El Santísimo Cristo de la Luz es una imagen de talla completa a tamaño natural realizada en madera de cedro por el imaginero boliviano Edwin González Solís, el cuál realizó igualmente su encarnadura y policromía. Tiene unas dimensiones máximas de 184 cm de alto.
La imagen representa a Jesús crucificado, abatido, instantes antes de que se produzca su fallecimiento. Aparece con la cabeza levemente girada hacia su derecha, con abundante cabello que le cae por la espalda, destacando un mechón que se descuelga a través de su hombro derecho, y barba partida, todo ello en tonos castaños oscuros. Posee ojos entreabiertos de color castaño, boca entreabierta y una lágrima que le cae de su ojo derecho. Está coronado por una corona de espinas sobrepuesta y realizada con ramas naturales de espino. El cuerpo del crucificado está en posición de tensión, con las piernas flexionadas. Se encuentra clavado en la cruz por tres clavos de hierro negro: uno en cada muñeca y uno para los pies, estando el pie izquierdo por encima del derecho. En todo el cuerpo se pueden apreciar marcas de sangre y hematomas que muestran el sufrimiento de su pasión. Presenta un sudario de pureza en tonos grisáceos anudado en su lado izquierdo con una cuerda, el cual también presenta manchas de sangre.
El Cristo de la Luz se encuentra clavado en una cruz arbórea realizada en madera de cedro barnizada en color caoba que presenta unas dimensiones de 390 cm de altura. Fue realizada por los tallistas cordobeses Miguel Ortiz y Manuel Jurado. En la parte superior de la cruz se puede apreciar una tablilla con la inscripción “Iesus Nazarenus Rex Iudaeorum” (Jesús Nazareno Rey de los judíos), diseñado por nuestro hermano Francisco Román Morales y ejecutado por el autor del crucificado, Edwin González Solís.
Fue bendecido en la misa dominical de nuestra sede canónica, la Parroquia Beato Álvaro de Córdoba, el 23 de noviembre de 2008 por el Exmo. Rvdmo. Sr. D. Juan José Asenjo Pelegrina, el entonces Obispo de Córdoba, el cual ofició dicha eucaristía estando concelebrada por D. Tomás Pajuelo Romero, consiliario de la Hermandas, y por el vicario parroquial D. Emiliano Nguema.